Meghan Sims Imagine telas a rayas y probablemente las imagine envueltas alrededor de un financiero que rebuzna, con un teléfono acunado contra cada oreja y una dama de afecto negociable sentada en su regazo.
Los trajes a rayas han sido el uniforme no oficial de los banqueros desde la década de 1980, sirviendo como abreviatura en pantalla grande para la avaricia y la sociopatía en Wall Street, American Psycho y The Wolf of Wall Street. Tony Montana incluso llegó a su fin con un traje de tres piezas a rayas.
Los banqueros británicos dieron a luz el estilo en el siglo XIX, aunque en ese entonces estaban más interesados en mezclarse que en sobresalir. Cada banco tenía su propia franja, que variaba en tono y peso, que identificaba quién trabajaba para quién.
Pero después de que fueran adoptados por el equipo de béisbol de los Cachorros de Chicago en 1907, luego robados (y hechos más famosos) por sus rivales, los Yankees de Nueva York, adquirieron un aire más inconformista.
Los británicos habían usado telas a rayas solo en los pantalones, pero en los EE. UU., los gángsters optaron por trajes enteros, un dedo medio con un patrón audaz para los federales funerarios que los perseguían. Estrellas de cine como Clark Gable, ansiosas por cultivar una estética fuera de la ley, siguieron su ejemplo.
Las telas a rayas fueron usadas por hombres glamorosos y mujeriegos. Luego, de repente, por cualquiera que quisiera ser considerado glamoroso y mujeriego, incluso si trabajaba en seguros. El entusiasmo se fue y las telas a rayas se convirtieron en un plumaje duro.
En otras palabras, eran perfectos para los bastiones del mal gusto de los machos alfa de las finanzas, que los adoptaron en la década de 1980 como un swing de sastrería, amplificado por un corte de doble pecho y tirantes escarlata. Para cualquiera que no juzgue el valor de alguien solo por el tamaño de su paquete de pago, era demasiado torpe para las palabras.
EL ACCIDENTE Y LA RECUPERACIÓN
Hasta 2008, es decir, cuando los banqueros destruyeron los ahorros de toda la vida de todos los demás y la demanda de trajes para hombre de poder se derrumbó tan rápido como Lehman Brothers. Nadie quería un atuendo que telegrafiara su responsabilidad por la peor crisis financiera que se recuerda.
Eso hizo que las telas a rayas maduraran para la reinvención. En la década transcurrida desde entonces, los diseñadores han desechado la sastrería tradicional y han tratado las telas a rayas como cualquier otro patrón. Aparecieron en todo, desde abrigos hasta camisetas, y tuvieron un auge particular en los días de la moda masculina. Cuando los pavos reales de Pitti los tomaron en una dirección lúgubre y deconstruida.
CUÁNDO USAR UN TRAJE A RAYAS
A medida que los estados de ánimo han cambiado, es más probable que encuentre las telas a rayas de hoy en un par de joggers con cordón que en cualquier cosa con hombreras. “Son una versión moderna de un clásico, usados de forma híbrida”, dice la directora de compras de Topman , Rachel Morgans. “Hoy en día puedes usar un pantalón de raya diplomática con una camiseta informal y zapatillas deportivas”.
No es que el traje a rayas esté muerto, simplemente es diferente. “Se trata de las combinaciones de corte y color. Los detalles más finos”, dice Alexander McCalla, estilista de Thread . “Si cambias el calce, lo separas o lo usas con tenis, puede parecer interesante”. Los trajes de banquero se definían por la hipermasculinidad: hombros fuertes, pecho exagerado y cintura estrecha. Así que simplemente haz lo contrario. Vístelo. Pruebe con una chaqueta sin estructura de estilo italiano con hombros suaves”.
Dicho esto, hay algunos hombres que deberían evitar las telas a rayas por completo. Todo ese movimiento de arriba hacia abajo significa que los larguiruchos parecen aún más largos, aunque los tipos más bajos pueden usar ese efecto para su beneficio. “Las telas a rayas más estrechas te hacen parecer más alto”, dice McCalla. “Si están más separados, como con una tira de tiza, pareces más ancho”. LeBron, toma nota.
